sábado, 17 de enero de 2015

Supervisión en Enfermería

Buenos días! Cuanto tiempo a pasado desde la última vez que le dedique tiempo a este, mi querido blog, que principalmente, me sirve como mecanismo de catarsis, pero que a su vez, me permite compartir con el mundo mi pensamiento, con la idea de encontrar a otras personas que puedan pensar lo mismo. La falta de tiempo es mi primera y principal excusa, aunque también debo admitir que una pequeña voz, dentro mío, me pedía que no vomitara aquí mis pensamientos, ya que podían resultar en cuestiones no demasiado aceptadas. 

Ahora, después de unas mas que merecidas vacaciones, donde pude descansar y pensar, he decidido que voy a volver a hacer esto que tanto me gusta, por que me hace bien, y por que no tengo la necesidad de complacer a todo el mundo con mi discurso, si no solo a las personas más importantes: a mi y a mis pacientes.

Hoy les quiero hablar acerca de lo que es la supervisión de enfermería para mí, esa tarea que vengo desempeñando hace ya 2 años oficialmente, y unos 4 años de manera extra oficial. Es un puesto que me ha hecho sufrir mucho, pero creo que, a esta altura, puedo ver algunos resultados positivos. Tener en cuenta que trabajo en el turno noche, con todas las características especiales que este turno tiene (no digo ni buenas ni malas, para no ofender, solo digo "especiales" :P).

Partamos desde el punto en que yo considero que SIEMPRE los supervisores tienen que ser elegidos en base a capacidad, compromiso, trayectoria y afinidad por la tarea, mas que por el título que posea. Estoy totalmente en contra del nombramiento de todo licenciado en enfermería como supervisor, ya que esto no legitimiza el puesto, solo genera problemas. Un supervisor tiene que ser alguien que conozca el/los servicios, que le guste ser operativo y que disfrute ser enfermero, de lo contrario, cuando obtenga poder, se adueñará de este y lo usara de forma incorrecta.

Una cosa que yo siempre defiendo cuando discuto con mis enfermeros, es que el supervisor no tiene que saber TODO, pero si tiene que saber quien es el que sabe, para de esa forma poder resolver los problemas. Todos nosotros tenemos un servicio en el que nos sentimos más cómodos y que nos gusta más, y en las instituciones polivalentes -especialmente si no son demasiado grandes- suele existir la figura del supervisor general, en la que (mi caso particular) un enfermero de UTI adultos por 4 años, se convierte en supervisor a cargo de servicios como neonatología o pediatría. Yo considero que no me siento obligado a manejar esos servicios a nivel de experto, pero si considero que el supervisor tiene que tener las suficientes luces como para poder detectar cuáles son los mejores enfermeros de esos servicios, y establecer relaciones con ellos, para que, en el caso de urgencias, le puedan dar una mano.

Relacionado con esto último que digo, también me viene a la mente el tema de el rol operativo del supervisor. Creo fervientemente que la función del supervisor es la de hacer soporte en casos de urgencia, de ayuda en casos de necesidad, mas no de cumplir el trabajo de los enfermeros de piso. Paso a explicarme mejor con un ejemplo: Yo, como supervisor general, si ya tengo un equipo estable de enfermeros en el servicio de terapia intensiva, no tengo que hacerme cargo de las urgencias en dicho servicio, ya que tengo un plantel que debiese estar listo para hacerse cargo. Mas no es así, cuando hay una urgencia en el internado general, donde si bien, los enfermeros están preparados en cuestiones básicas de RCP, pueden no tener la práctica necesaria para poder manejar la situación. Cada enfermero operativo tiene que cumplir el rol que le corresponde en el servicio en el que está, y en caso de escapársele una situación de las manos, el supervisor tiene que poder manejarla. Una frase que siempre suelo usar es "SU responsabilidad son los pacientes. USTEDES son la MIA". Yo, como supervisor me tengo que encargar de los enfermeros, y los enfermeros, con su título, matrícula y compromiso, de los pacientes.

Otra cuestión que me ha generado mucho ruido en la cabeza últimamente, es sobre para quien tengo que supervisar. Mi convicción me dice que tengo que poder generar un equilibrio, en el que pueda supervisar para la institución que, en definitiva es quien me paga para que cumpla con sus objetivos, como así también pueda supervisar para mis enfermeros, que son mi contacto directo, consumidores indirectos (y no tanto) de mi trabajo, ante quienes tengo que dar la cara, y quienes prestan la atención directa a los pacientes que indirectamente cuido yo. Y por que me hace ruido? Por que no he encontrado ninguna teoría, autor ni corriente, en enfermería, que me apoye en esto último. Y por que considero que eso debiese ser algo esencial, algo básico. Los enfermeros operativos son personas, son profesionales, son lo que nosotros fuimos, y cuando nosotros fuimos operativos, odiábamos que nos consideraran cosas, números, títeres que solo cumplen órdenes, y por eso, me rehúso a supervisar de esa forma. Mientras yo pueda mantener el equilibrio que les mencioné, lo voy a seguir haciendo. Me irá bien, me irá mal, algunos se aprovecharán de mi, la verdad no me importa, pero no me voy a convertir en un titiretero maquiavélico que manipula solo para conseguir lo que quiero. 

Algo más que caracteriza mi estilo de supervisar, es que considero que no tengo una mirada paternalista, no al menos a nivel de desempeño profesional. Con esto hago referencia a que no creo en absoluto a andar por atrás de los enfermeros viendo que hacen y dejan de hacer; a entrar a las habitaciones a preguntarle a los pacientes si los están atendiendo bien o no; a ver cada procedimiento en secreto, o de corregir frente a un paciente (obvio que si hay riesgo de vida, lo haré). Mi forma de ver la supervisión está basada exclusivamente en la confianza en el profesional. En la autonomía del profesional. En que si al enfermero se le dá el espacio y los materiales necesarios para realizar las tareas de forma libre y relajada, la harán mucho mejor que bajo presión. Así también, siempre les recuerdo que NUNCA deben hacer nada que no sepan, que siempre que tengan una dudad me TIENEN que preguntar, para así poder hacerlo convencidos que lo están haciendo bien. Una de las mejores formas de aprender es preguntando, por lo que esta siempre es una vía abierta. De esta forma, en más o menos tiempo, los enfermeros van a hacer sus tareas y se sentirán más conformes con la misma, ya que la hicieron por su cuenta, y no por que el supervisor se las hizo.

Como no todo puede ser color de rosa, también les voy a contar un poco acerca de las cosas que me hacen renegar mucho, y son las falsas proyecciones que realizan los enfermeros respecto al rol que debo cumplir como supervisor y la falta de responsabilidad. Con las falsas proyecciones me refiero a que, muchas, muchas veces, los enfermeros piensan que los supervisores somos quienes estamos encargados de resolverle todos los problemas de la vida a ellos, por que ellos nos están haciendo un favor al venir a trabajar. Desde el cumpleaños de la hija, hasta el perro que le pisaron la pata, lo primero que hacen es depositar en nosotros la necesidad de solucionar los problemas, en vez de ver ellos como lo arreglan. Eso es algo que pasa muy a menudo y que, y los que me conocen lo pueden corroborar, si bien siempre intento darles una mano, si no puedo solucionarlo, no es mi culpa, en absoluto. 
Respecto a la falta de responsabilidad no me voy a explayar mucho (pueden ver mi post sobre este tema aquí ), pero solo quiero decir que mi responsabilidad no es que los enfermeros sepan hacer todos los procedimientos, o tengan todas las destrezas necesarias. Mi tarea es que estén los enfermeros, tengan los elementos necesarios y las condiciones necesarias para poder desempeñarse; apoyarlos, guiarlos, y aconsejarlos. De ahí en más, es responsabilidad de cada uno capacitarse, interesarse, formarse en el servicio que uno está. Si a una enfermera de piso la paso a un servicio especial, me encargaré de enseñarle lo básico y la acompañaré en sus primeras urgencias y sus primeros procedimientos, pero la responsabilidad de esa enfermera es, en los momentos libres (que al primero que me diga que no tiene momentos libres le tiro con un escritorio por la cabeza, por que SIEMPRE hay momentos libres, tanto en el servicio como en la casa) buscar información, leer, investigar, preguntarle a sus compañeros, a los médicos del servicio, y al mismo supervisor. Es no quedarse en el lugar. El conocimiento en enfermería es muchísimo y dinámico, por lo que si un enfermero profesional, después de determinado tiempo en un servicio no aprende, no es culpa de la institución, ni del supervisor, ni de los compañeros, es solo falta de responsabilidad.

Para ir cerrando, les comento que la supervisión es algo que me costó mucho (y me sigue costando), algo que sufrí, y algo que sigo sufriendo, pero después de dos años he podido ver muchos frutos en la gente que trabaja conmigo y eso me reconforta y me hace pensar que no he estado haciendo mal las cosas. Pero bueno, es algo que yo acepté, y como todo en mi vida, voy a intentar seguir haciéndolo lo mejor posible.

Si herí susceptibilidades, perdón, no fue la intención. Si te interesa lo que planteo y querés charlarlo conmigo, estoy mas que dispuesto a hacerlo (a tu derecha tenés una sección con mis datos y las formas de contactarme). Esto es solo lo que yo pienso, nada más.

Saludos y hasta la próxima!
@fegoviedo