martes, 29 de diciembre de 2015

Distribución de tareas en enfermería

Hola! Buenas tardes! Como andan? Espero que hayan pasado una hermosa navidad junto a su familia, o tranquila al menos si les tocó estar de guardia. Yo, por mi parte, pude pasarlo bien, de franco, junto a la gente que amo...

En fin, vamos a lo nuestro. Hoy quiero plantearles el siguiente tema: la distribución de tareas, cómo es vista por los enfermeros? En la institución en la que trabaje hasta no hace mucho, se trabajaba con un sistema en el que un enfermero se hacía cargo de la medicación de los pacientes, y el resto de los enfermeros se encargaban de los controles de signos vitales y las hidrataciones parenterales; luego, entre todos, realizaban las higienes. Ahora, en el hospital que trabajo, me encuentro con que usan el mismo sistema, algo que me llamo mucho la atención.

Desde la gestión, esta división de tareas se plantea como una herramienta para la disminución de errores en la administración de medicamentos, ya que al asignar esta tarea a un solo profesional, se le otorga mayor tiempo y tranquilidad para que se concentre en la misma, pudiendo ser más cuidadoso en la preparación y administración de las drogas. Además, fomentaria el trabajo en equipo, ya que para que la atención del paciente sea la correcta, si o si, los enfermeros tienen que comunicarse entre si. También, de esta forma, todos los enfermeros del servicio conocen a todos los pacientes que se encuentran internados y de esta forma se elimina la incertidumbre ante algún pedido de información por parte de un familiar o médico.

En mi trabajo previo, la implementación de este sistema generó mucha resistencia y no fue fácil su aplicación, especialmente en los servicios especiales o en el Turno Noche, donde por la dotación del personal, el número de Pacientes era mucho mayor en relación a los números que manejaban durante el día.
En mi nuevo hospital, el sistema se utiliza hace ya un buen tiempo y los enfermeros, al menos a viva voz, están conformes con el mismo.

Que opino yo? Que es un sistema en el que, antes que nada, se idolatriza la administración de medicación y se la convierte en la tarea más importante que hace el enfermero (muchas veces escuche a enfermeros sentirse menos profesionales por no estar en esta tarea). Si bien es importantisimo que las drogas sean preparadas y administradas en tiempo y forma, la atención integral del paciente es igual de importante.
En muchos casos, debido a la cantidad de pacientes de los servicios o los enfermeros asignados al mismo, se convierte en una tarea herculeana el conocer a TODOS los pacientes y recordar todo lo que a este le atañe. No es mala voluntad, no es poca predisposición, simplemente a veces se hace difícil recordar la medicación, controles, diagnósticos y detalles de 26 pacientes.
Respecto al trabajo en equipo, valoro su intención de fomentadora de vínculos, pero también resalto que, ante una diferencia entre compañeros, el primer perjudicado por la falta de comunicación de los profesionales, es el paciente. Podría darles mil ejemplos de enfermeras que, por llevarse mal con quien les habia tocado, se rehusaban a ayudar, con la respuesta de "No es mi tarea".
Por último, el argumento de conocer a todos los pacientes del servicio, me parece que podría ser resuelto de otra forma, sobre todo si es para poder responderle más rápido al médico (acaso ellos conocen a los pacientes de las otras especialidades? No, entonces por que nosotros debiesemos conocer los 26 pacientes del piso?). Muchas veces, con mejorar la predisposición de la enfermera, se pueden obtener muy buenas respuestas.

Está bien? Esta mal? No es mi intención definirlo. A mi me gusta? Personalmente no. Funciona? Aparentemente, para lo que fue pensado, funcionaría.

Y vos? Que pensás? En tu lugar de trabajo hacen división de tareas? O hacen división de Pacientes?

Déjame tu respuesta en los comentarios para que entre todos podamos discutirlo!

lunes, 7 de diciembre de 2015

Ampicilina-Sulbactam

Hola! Buenas tardes! Como los está tratando el finde largo? A mi trabajando, pero intentando disfrutarlo!

Hoy les traigo una entrada corta, pero que espero les sea útil. Esto lo descubrí con la práctica diaria y me parece oportuno compartirlo con ustedes, para que puedan aplicarlo en sus lugares de trabajo.

En fin, vamos a hablar de la ampicilina/sulbactam. Como todos sabemos, este es un antibiótico de la familia de la penicilina que se usa normalmente para el tratamiento de las infecciones respiratorias. En los distintos servicios es uno de los más utilizados (junto a las cefalosporinas) y puede que no siempre le demos la importancia necesaria.

No voy a hablar tanto de la farmacocinetica ni fármacodinamia de esta droga, sino de la preparación de la misma.

El frasco ampolla contiene 1,5g del producto (1g de ampicilina / 0,5g de Sulbactam). La dosis usual en adultos es de 1,5g cada 6-8hs, aunque en casos de infecciones más resistentes, la dosis es de 3g.

Un aspecto a tener en cuenta es que, al agregar el solvente al vial, se produce una reacción química que termina haciendo una solución de volumen mayor que la del solvente solo. Es por esto que, por ejemplo, la recomendación es disolver/reconstituir el frasco vial con 9ml de solución fisiológica/ agua destilada, para de esta forma poder obtener una solución de 1,5g en 10ml de solución. De esta forma, el cálculo de una dosis menor es mas fácil de calcular, además de que nos evitamos el riesgo de que no nos entre la solución en la jeringa de 10 (si cargamos la jeringa completa de solvente y la ponemos en el vial, cuando queríamos cargar la jeringa nuevamente, quedará un resto en el vial y no estaremos administrando la dosis correcta).

Bueno, espero que les sea útil y pronto estaré publicando más consejos para que mejoremos nuestro trabajo!

Buen lunes!

Actualización del 8/12/15:

Debido al buen recibimiento del post y las consultas recibidas en Facebook, agrego que:

El tiempo de duración, una vez reconstituido, dentro del vial es de 1 hr a temperatura ambiente y de hasta 4 hrs refrigerado (Fuente: Depto Farmacia, Hospital El Cruce). Si estuviese diluido, la duración se extiende a 8hs temperatura ambiente (sin datos respecto a refrigeración).

sábado, 28 de noviembre de 2015

Envidia o desinterés?

Buenos días! Feliz sábado! Espero qué estén pasando un buen finde largo y puedan descansar! Y si te toco trabajar, qué sea lo más leve posible! Yo estoy aprovechando para ir a la ciudad a visitar a mi familia y a hacer unas compras...

Bueno, hoy les quería plantear un tema qué siempre lo he escuchado pero qué nunca le había prestado demasiada atención, hasta qué el otro día, una compañera del hospital me lo planteó, ya qué lo habían tratado en las jornadas de enfermería del hospital Tránsito Cáceres de Allende, y qué es la constante lucha y competencia no sana entre los enfermeros.

Siempre escuchamos y alabamos las capacidades de trabajo en equipo de las otras profesiones, sobre todo del equipo médico, y como ellos siempre, a pesar de sus diferencias, aprenden a trabajar juntos, por el bien del paciente. Pero cuando miramos a enfermería, por alguna razón, entre compañeros siempre nos arrancamos los ojos, le buscamos el error, o lo criticamos cuando estudia o hace algo más qué lo qué hacemos nosotros... Pero por qué?

Muchas veces me he preguntado qué es lo qué hace qué no seamos lo suficientemente maduros como para poder dejar de lado nuestras diferencias y podamos trabajar en paz; o por qué esa necesidad de constantemente estar hablando o "sacando el cuero" del qué no está. Y si bien estos problemas no son totalmente generales, en la mayoría de los servicios se pueden encontrar.

Pensando y re pensando este tema, me anime a formular dos postulados qué explicarían las posibles razones de este accionar. Les pido qué opinen acerca de lo qué estoy planteando, para qué todos podamos entender este flagelo y, en consecuencia, trabajar sobre ello.

Primero, uno de los factores más importantes qué mayor influencia tendría es la envidia. Envidia de qué sepa más qué yo, de qué las cosas le salgan mejor qué a mi, de qué la supervisora la quiera más, de qué los pacientes la quieran más, de qué se lleve mejor con los médicos, de qué sepa organizarse y tenga mucho más tiempo libre qué yo, de qué siempre le toquen los pacientes estables, y así, muchos ejemplos más. Esta envidia es totalmente infundada, debido a qué se apoya en la idea de qué yo, como compañero tengo qué estar al tanto de qué tanto hace o deja de hacer el otro enfermero; parte de la idea errónea de qué todos tenemos qué hacer lo mismo, en vez de pensar qué cada uno tiene qué hacer lo qué corresponde; muchas veces esta envidia esta arraigada en inseguridades personales qué solo un psicólogo muy entrenado puede tratar, pero qué aun así, aparece en los servicios y generan malestar.
No digo que hay veces qué tenemos compañeros qué son unos chantas y no hacen nada, pero muchas veces, por distintas formas de trabajo y organización, algunos son más rápidos qué otros y pueden disponer de tiempo libre; muchas veces uno simplemente tiene mayor facilidad para hacer las cosas y muchas veces eso molesta, aunque no debiese.

El otro punto qué considero importante, y qué va de la mano de la envidia, es la falta de interés. Acá voy a hacer mención a un tema qué puede llegar a molestar a algunos, pero como siempre, me hago cargo de lo qué digo.
A qué me refiero con falta de interés? A todos los enfermeros qué son enfermeros pero qué no les gusta la enfermería. A todos los qué deciden elegir esta hermosa profesión por ser una carrera corta y con casi inmediata salida laboral. A todos los qué, una vez recibidos, eligen determinados lugares de trabajo por qué saben qué ahí es menor la exigencia. A todos los qué no les importa el paciente, si no qué les importa solo su sueldo.
Toda esa gente, qué yo considero qué es mucha, aunque en los últimos años he visto un cambio para bien, es la qué suele generar las mayores discordias en los servicios, por qué no quieren trabajar y no quieren qué vos trabajes, pero no hacerlos quedar mal; son básicos y no estudian, por lo qué si vos estudias, les significas un riesgo; por qué si vos, en base a tu esfuerzo, laburo y compromiso, te llevas mejor con las supervisoras, te convertis en una amenaza para ellos.

Gente así, hay en todos lados, y esta en nosotros poder demostrar qué queremos ser diferentes y no sumarnos a sus quejas y problemas inventados. La solución a este flagelo nuestro es tomar conciencia de las cosas qué nos afectan, decirlas a la cara, y aprender a trabajar en equipo. Aprender qué cuando hablas mal de una enfermera no la haces quedar mal solo a ella, sino qué queda mal toda la profesión.

Los invito a qué pensemos esto y qué podamos plantearnos qué tipo de profesión queremos a futuro y qué trabajemos para qué de una vez por todas, enfermería sea una profesión tan fuerte y unida como cualquier otra!

Espero les haya gustado y parecido interesante el póst y espero sus comentarios!

Buen finde!

jueves, 26 de noviembre de 2015

Ser un enfermero (varón)

Hola! Buenas tardes! Tanto tiempo! Se que paso mucho tiempo desde la ultima vez que publique algo, pero hubo una serie de cambios en mi vida que me impidieron tener el tiempo necesario para poder concentrarme y sentarme a escribir. Pero aún así, ahora ya más acomodado en mi nuevo hogar y en mi nuevo trabajo, quería poder compartir con ustedes un tema que hace rato vengo masticando.

Hoy quiero hablarles de mi experiencia como enfermero varón. Capaz que en la actualidad, es mucho más común encontrar hombres en esta profesión, pero aún así, seguimos representando solo el 10% del personal de enfermería de los hospitales, y, les confieso, que hay veces que está diferencia se hace sentir.

En un principio, cuando decidí estudiar una carrera dentro del campo de la salud, me incline por medicina. Después de no poder entrar, opte por hacer enfermería, ya que consideraba que era lo más similar, por el contacto con el paciente (cabe aclarar que con el tiempo aprendí que no hay ni punto de comparación entre las dos profesiones, pero eso es tema para otro post). Cuando empecé a cursar, muchas personas de mi entorno no entendían por que lo hacía, y era entendible: no hay figuras de enfermeros varones en la sociedad ni en los medios de comunicación, por lo que no había antecedentes que me representasen. Pero a pesar de eso, decidí seguir adelante.

Dentro de la escuela, en el cursado con mis compañeros y docentes no sentí que se hiciese una diferenciación de géneros, por lo que no fue un tema que me preocupara o me llamara la atención. Pero una vez que empecé a trabajar, ahí note las diferencias.

Desde los pacientes, notaba cierta resistencia, sobretodo con las pacientes mujeres. Es mas, una vez una señora pidió ser atendida por una enfermera ya que no confiaba en mi. Acepto que a veces era un alivio, pero eso no quitaba la molestia que me producía el sentirme "discriminado" o poco valorado. Muchos me pueden decir que son cuestiones culturales, pero yo hablo sobre los efectos de las acciones, no sobre las causas de las mismas.
También es muy normal que los pacientes automáticamente me consideren médico, y eso es algo que no me molesta, pero me tomo el trabajo de explicarle que no soy medico, soy su enfermero. Normalmente, la respuesta que recibo es bastante hiriente:

"Enfermero? Por que? No te dio para estudiar medicina? "

" Enfermero? Pobre, tenés que hacer este trabajo... "

" y... Estas estudiando medicina? "

Y similares... Pero aún así, no me enojo con ellos, aunque da mucha bronca que piensen que tu profesión no vale como la del médico.

De mis superiores y compañeros es mucho más obvia la diferencia, y en muchos casos, el sexismo. Por que me animo a hacer una declaración así? Por lo siguiente...

"Hoy te toca el aislamiento de los pacientes con gripe A ; como hay que hacer mucha fuerza, mejor que estés vos. A, y no te vamos a poder ayudar, así que fijate "

"Al paciente de la 213 lo vas a atender vos por que es demasiado gordo para que lo atiendan las chicas"

"Fijate de cambiar todos los tubos de oxígeno, vos que tenés fuerza"

"Vos que sos grandote, hace toda la fuerza"

Y así podría seguir con algunos ejemplos más, pero creo que se entiende el punto. Y a donde voy? A que uno sabe que puede ayudar con todas las actividades que se mencionaron arriba, pero que te lo impongan solo por ser varón, no es demasiado justo. Si yo hubiese estado de franco, quien lo hacía? Acaso no estudiamos todos técnicas de movimientos para poder brindar los cuidados a nuestros pacientes? Acaso mi columna vale menos por ser varón y soltero?
No estoy llorando por que me hagan trabajar, solo resalto ciertas actitudes que no son demasiado sanas para laburar.

Aun así, como enfermero, amo mi trabajo, amo mi profesión, y amo a mis pacientes, que son el final más importante del trabajo que hago. Y como enfermero, voy a seguir luchando para que la profesión siga creciendo y sea reconocida.

Si tenes alguna anécdota de tu trabajo que quieras compartir, déjala en los comentarios, así entre todos nos divertimos y aprendemos de lo que le pasa al otro!

Espero que les haya gustado el post y espero poder mantener el ritmo acá y postear más seguido!

lunes, 6 de julio de 2015

Saber o saber hacer?

Buenas noches! Cómo los está tratando el frío? Yo aprovecho que tengo franco para quedarme en casa, trabajar un poco en la compu, viendo tele y tomar un cafecito. Estoy hiper ansioso por que la semana entrante tengo mis vacaciones de invierno, y, les soy sincero, necesito descansar. Pero, bueno, vamos a lo nuestro.

Hoy les quería plantear el análisis que vengo haciendo acerca de la diferencia entre saber y saber hacer, entre tener destrezas y tener conocimientos, y como, erróneamente, muchas veces valoramos una de estas dos características mucho más que la otra. No se asusten, no es cuestión de algunos, ya que esto, en muchos casos, viene desde la formación universitaria que sigue arrastrando conceptos históricos de la enfermería.

Como ya he comentado otras veces, la enfermería ha ido cambiando mucho en las últimas décadas, fomentando la profesionalización de los auxiliares, ofreciendo formación a nivel de licenciatura, y en los últimos años con la creación de posgrados y especializaciones, todo esto, orientado a aumentar el cuerpo de conocimientos de las personas dedicas al cuidado de las personas. A su vez, mediante los avances en la investigación, se han mejorado los elementos y procedimientos que los enfermeros usan constantemente, por lo que la educación permanente es importante. Y es en esta última parte en la que se genera el problema.

Muchas veces escuchamos que un buen enfermero es el que sabe canalizar, poner una sonda vesical o realizar algún otro tipo de procedimiento. Reverenciamos al enfermero que logra poner un catéter venoso nº 18 en un paciente anciano con accesos venosos difíciles y que necesita hidratación (sin riesgo de vida), y consideramos que su valía profesional se basa solo en ese acto. En la universidad tenemos una o dos clases teóricas acerca de determinado acto y después nos preocupa más el aprender a hacerlo que recordar esas bases teóricas. Pensamos que solo servimos como profesionales si sabemos hacer y muchas veces nuestros pares o superiores alimentan eso. Pero no es para nada así.

Si bien soy totalmente consciente que los enfermeros tienen que adquirir tantas destrezas como sean posibles, y tienen que practicarlas lo más que puedan, para que cuando tengan que actuar en una urgencia puedan hacerlo sin problemas, también soy un total promotor de que la realización de destrezas solo se basa en un proceso técnico de repetición. Se puede enseñar a cualquier persona a realizar una vía venosa, mostrándole una vez la técnica y pidiéndole que la repita miles de veces hasta que lo pueda hacer sin problemas, pero esa persona, por poner una vía venosa, no se convierte automáticamente en enfermera.

Retomando el ejemplo del enfermero que puso un catéter nº 18 a un anciano con acceso venoso dificultoso, puede no haber tenido en cuenta que la vena que eligió para canalizar era la única vena disponible, y que, al canalizarla con un catéter de ese calibre, automáticamente la anula para futuros accesos, al menos en el corto tiempo; además, si es un paciente deshidratado, el calibre del catéter puede lesionar toda la pared interna de la vena, por lo que el riesgo de flebitis es mucho mayor que si se hubiese usado un catéter de menor calibre. También hay que tener en cuenta que, estadísticamente, mientras más grande es el calibre del catéter, menos tiempo dura el acceso venoso antes de sufrir una complicación, por lo que si el paciente va a tener una internación prolongada, el gasto en el que se incurrirá por las recanalizaciones será mayor. Y si ante este último criterio, la respuesta es que no va a estar mucho tiempo colocada la vía, también se debiese haber tenido en cuenta que un catéter de menor calibre puede tener el mismo uso que uno más grande.

No quiero darles una clase de accesos venosos periféricos, solo resaltar como la destreza de una enfermera no siempre significa que sea buena en lo que hace, solo que eso que hizo, lo ha hecho muchas veces.

Como reflexión a este análisis, los insto a que siempre estudien y piensen antes de realizar su trabajo, Solo mediante esto, la enfermería podrá crecer y ser reconocida. Si no, solo seremos unos monitos amaestrados que siguen órdenes y no tienen la capacidad de valerse por si mismos en su puesto de trabajo. Si bien esto que les pido demanda mucho trabajo, tiempo y dedicación, es imperativo que puedan hacerlo, ya que recuerden que cuando se ejerce esta hermosa profesión que hemos elegido, no estamos representandonos a nosotros mismos, si no que representamos a todos los enfermeros, y ante tremenda responsabilidad, debemos responder a la altura.

Me despido dejándoles una postal de mi bella ciudad de Córdoba, que el día de hoy, cumple sus 422 años!

Saludos y espero sus comentarios!


miércoles, 17 de junio de 2015

Estrategias para lidiar con compañeros de trabajo difíciles

Buenos días! 

Hace un par de días encontré una nota en yahoo que me llamó la atención, y quería compartirla con ustedes.
Todos en nuestro lugar de trabajo tenemos compañeros con los que nos llevamos mejor y algunos con los que rogamos a dios para que no nos toquen en el turno. Aún así, muchas veces, tenemos que compartir largas horas con ellos, o incluso, meses o años, dentro del servicio. Esto muchas veces se puede volver mas tedioso si estamos en un servicio cerrado (terapias intensivas, por ejemplo)

La nota hace referencia a como tratar con este tipo de gente, y ofrece 10 tips que me parecieron útiles. Del texto que voy a citar, al final le agregaré mi apreciación personal y algunos consejos que he ido formando a lo largo de mi carrera en esta hermosa profesión.


Esto último es muy importante. Las diferencias de criterios en el trabajo, SIEMPRE tienen que ser tomadas a modo profesional, y NUNCA a modo personal. Es muy común como se confunden estas dos percepciones.

Serenidad ante todo. Cuando estás ante una persona complicada, la primera regla es mantener la compostura; entre menos reacciones, más control de ti mismo tendrías para manejar la situación. Así, podrías evitar que el problema crezca, según aconseja el coach de comunicación profesional, Preston Ni, en la revista Psychology Today, donde también compartió los siguientes dos consejos.

Es algo obvio este punto, pero siempre tenemos que mantener la calma. Si explotamos, solo le estamos dando al otro la oportunidad de regodearse con el poder que tiene sobre uno. 

Interactúa lo menos posible. Hay algunos individuos con los que simplemente no vale la pena enfrentarse. Tu tiempo es valioso, así que no lo desperdicies tratando de cambiar o convencer a una persona que tiene una actitud negativa. En otras palabras, mantén distancia siempre que puedas.

Si sabés que con esa persona no vas a llegar a buen puerto, evitalo dentro de las posibilidades. Con esto último quiero dejar en claro que hay muchas veces en las que es más importante el bienestar y la seguridad del paciente, por lo que las diferencias personales siempre tienen que quedar de lado.

Distingue entre la persona y el problema. En toda comunicación hay dos elementos presentes: la relación que tienes con el otro, y el problema que están discutiendo. Un comunicador efectivo sabe cuándo separar las dos cosas, y tener una actitud suave con el individuo, pero ser firme con el problema.

Hazle ver su conducta. Para ilustrar el anterior consejo, podrías decirle a alguien: "Quisiera saber qué es lo que quieres, pero no puedo escucharte si estás gritando. Así que siéntate y habla más tranquilamente, o tómate un tiempo y vuelve más tarde".

No hay que tener miedo de hacerle ver al otro lo que me molesta de su actitud, siempre y cuando se haga de forma correcta. Muchas veces he escuchado decir "Yo soy direct@, yo voy de frente", pero si uno dice mal las cosas, obviamente que vamos a obtener una respuesta negativa del otro. 

Defiéndete. Si estás ante una persona intimidadora o agresiva, lo mejor es que te defiendas. Si no lo haces, habría grandes probabilidades de que la situación empeore, sin mencionar el estrés de trabajar en dichas circunstancias, según aconseja el portal de negocios, All Business

Esto es algo que últimamente he tenido que decir más veces de las que pensaba que iba a tener que hacerlo. Si una actitud te molesta, o te sentís atacado, DEFENDETE! no esperes a que la otra persona modifique su conducta por obra y gracia del espíritu santo. El otro te va a dejar de atacar cuando vea que no te dejas pisotear! Y aclaro que defenderse no es salir corriendo y acusar con tu supervisor/a

Enfrenta el problema rápido. Entre más tiempo dejes pasar para enfrentar a tu difícil compañero, más bronca podrías acumular. Por eso, lo mejor es enfrentar el problema lo antes posible, mientras tengas controladas tus emociones.

No dejes que la bola de nieve se haga mas grande. o no guardes bronca al punto que quieras irte del servicio o renunciar. Resolvelo rápido, en el momento de ser posible.

No hagas tus quejas públicas. Mantén los problemas que tienes con tu colega de manera privada y no los exhibas frente a los demás compañeros, tu jefe o los clientes. Así, será más fácil dejar el conflicto atrás una vez que se haya resuelto.

Además de que será mas fácil dejar el conflicto atrás una vez que se haya resuelto, se evita el cotilleo, el radio-pasillo, o el puterio, como quieras decirle.

Comparte de buena manera tus preocupaciones. Evita el lenguaje acusatorio y en su lugar hazle saber cómo te sientes. Por ejemplo, podrías decir: "Cuando me interrumpes en las reuniones, siento que no valoras mis contribuciones". Espera a ver qué te responde y quizás te des cuenta que no era su intención molestarte, comentó el psicólogo Alan A. Cavaiola en el sitio Fast Company.

Como dije antes, las cosas hay que decirlas de buena manera.

Cuidado con lo que esperas de los demás. No sería raro que las personas tengan expectativas poco realistas sobre sus compañeros. Tal vez esperamos que actúen tal y como lo haríamos nosotros, pero los demás ya tienen su propia personalidad muy arraigada. Por eso, podríamos sentir frustración si no hacen lo que pensamos que deberían. Así, que medita si tus expectativas no serían muy diferentes a cómo es el otro.

El último, pero el que más me preocupa. Hay que sacarse la idea de que todos son buenos, perfectos y amables. Muchas veces pasan miles de cosas por la cabeza del otro compañero, muchas veces no se dan cuenta. Hay que aprender a leer esas cosas en los demás y no juzgar al otro por no hacer lo que yo haría en su lugar.

Espero que les guste esto que les comparto y que les sea útil en su trabajo!

Saludos!

lunes, 15 de junio de 2015

Estudiar en el extranjero

Buenos días! Cómo los trata el frío? Al fin llegó el invierno a Córdoba y hoy se hizo sentir en serio! Pero bueno, veamosle el lado positivo y le demos para adelante!

Hoy les voy a compartir mi experiencia de haber estudiado en el exterior, cómo fue lo que viví estando solo en los Estados Unidos, y como te ayuda a crecer este tipo de experiencias, tanto profesional, como académica y personalmente.

Voy a compartir con uds mi experiencia de haber sido becario en la Universidad de Baylor Texas- USA. Estuve ahí entre los meses de enero y mayo de 2012. Cómo todo viaje de este tipo, fue una odisea, llena de historias, aventuras y experiencias nuevas, que me han enseñado muchas cosas, las cuales atesoraré por el resto de mi vida.

Desde el hecho de viajar por primera vez en un avión, hacerlo solo, y dirigirme a un país en el que no se hablaba mí mismo idioma, todo era motivo de nervios y ansiedad, que fueron jugando en un vaivén continuo, con sus subidas y bajadas, como por ejemplo cuando por demoras en el aeropuerto de Córdoba, perdí la conexión con Dallas y tuve que pasar la noche en Buenos Aires, y, en consecuencia, pasé Año Nuevo sobre un avión, a miles de kilómetros de altura, solo y, tan solo después de 24 horas, ya extrañando a mi familia. Pero entendía que todo era parte de este viaje, y me propuse no dejarme vencer por estos inconvenientes.

Ahora, les haré un breve repaso de toda mi estadía en el país del norte. Llegar ese Primero de Enero al aeropuerto más grande de los Estados Unidos (y el tercero más grande del mundo) fue cumplir uno de mis más grandes sueños. Pisar por primera vez suelo norteamericano es algo que no olvidaré. Llegué, hice todos los trámites migratorios y de aduana (no se imaginan lo que me costó explicarle al oficial lo que eran los alfajores con dulce de leche y la yerba!) y después tenía que esperar mi conexión para ir a mi destino final, que era la ciudad de Waco, donde se encuentra situado el campus principal de la universidad de Baylor.

Después de desayunar, y esperar un par de horas, me embarqué nuevamente en un avión (mucho más pequeño que el que me había traído hasta aquí) y emprendí viaje. Cuando llegué al aeropuerto de Waco (40 minutos después), uno de los empleados de la universidad me estaba esperando (Randy) y me llevó hasta el hotel en el que yo había hecho reserva. Para mi sorpresa, ese hotel estaba exactamente al frente de la universidad. Me ubiqué, encontré a otra cordobesa que iba a compartir la experiencia del intercambio conmigo y estaba alojada en el mismo hotel y nos empezamos a conocer.
Esa misma tarde, la familia con la que iba a vivir, nos pasó a buscar y compartimos la tarde charlando y descubriendo las costumbres del país (tuvimos que cenar a las 7 de la tarde). Al día siguiente, con la cordobesa hicimos un pequeño tour por los terrenos de la Universidad y al otro día comenzamos las actividades oficiales para los alumnos de intercambio.

Éramos aproximadamente 25 alumnos, provenientes de diferentes puntos del mundo: Argentina (2 cordobeses y 5 mendocinos), Francia, Rusia, China, Corea, Georgia y Finlandia. Hicimos actividades de orientación administrativa, geográfica y actividades de esparcimiento. Fuimos a un partido de Basketball femenino y a comer comidas típicas de Texas. La verdad que se armó un muy lindo grupo, con los cuales, a lo largo de nuestra estadía, vivimos muy lindas experiencias y viajes.

El último día de la semana, viajé bien temprano con un grupo de animadores hacia Dallas, donde se encuentra la escuela de Enfermería Louise Herrington, dependiente de la universidad de Baylor, que era donde yo iba a cursar mi semestre. Allí, me presentaron a las autoridades, a los que serían mis compañeros de clase, y pasamos una mañana impresionante, con juegos y risas. Al finalizar la jornada, me buscó allí la familia con la que yo iba a vivir y fuimos a la que fue mi casa por 6 meses.

El hecho de vivir con una familia americana (formada por mamá, papá, y dos hijas y un hijo, los cuáles no vivían en la casa) fue una de las mejores partes del viaje. ¿Por qué? Porque tuve la oportunidad de conocer lo que de verdad es una familia americana. Sus costumbres, sus gustos, sus comidas, todo. Festejar con ellos las fechas especiales (desde cumpleaños hasta Pascuas), incluso festejar mi cumpleaños con ellos, fue todo muy enriquecedor. Si bien hubo un punto que para muchos puede ser un poco difícil, yo lo intenté vivir de la mejor manera posible, e intentando aprender constantemente de todas mis experiencias, y hablo acerca de la religión, la cuál no era compartida por mí, y era algo muy importante para ellos. Como todo dentro del viaje, fue para mi una instancia nueva de aprendizaje y la verdad, acepto que fue muy enriquecedora.

Mi rutina diaria incluía una hora de viaje en tren todas las mañanas desde mi casa en los suburbios hasta el centro de Dallas, donde estaba la Universidad. Allí, tenía clases todos los días menos los jueves, y cada vez que salía de clases, me volvía a tomar el tren, pero me bajaba en distintos lugares del centro de la ciudad (downtown), donde empezaba a caminar para conocer la ciudad. Dallas es enorme y hay miles de cosas para ver y conocer, por lo que nunca me aburrí.

A nivel educativo, la experiencia fue totalmente importante. Tomé 5 clases: 4 correspondían al primer semestre de su sistema y eran Fundamentos de Enfermería, Necesidades Humanas 1, Valoración Física y Pato fisiología y Farmacología 1; la otra materia era una optativa del 4 semestre de su sistema y era Cuidado Crítico. Las clases teóricas se daban en aulas preparadas para 30 alumnos (éramos dos comisiones de primer semestre) y contaban con toda la tecnología que se les ocurra puede haber en un aula (proyectores, grabadoras de audio, se tomaba asistencia con una especie de control remoto inalámbrico que cada alumno tenía registrado; debajo de los escritorios había tomacorrientes para cargar las computadoras y demás). Las clases prácticas se daban en laboratorios, en los cuáles había muñecos de prácticas simulada manejados remotamente, conectados a monitores multiparamétricos y con distintos modos de uso, dependiendo cual fuese la práctica que se quisiese evaluar. Los exámenes cumplían las características NCLEX (es el examen que deben tomar todos los enfermeros en los estados Unidos para poder recibir su matrícula y ejercer la profesión) y eran Múltiple Opción, a marcar en una grilla, y la trampa es que podía haber más de una respuesta correcta, y en esos casos, se tenía que elegir la respuesta más correcta.

También aclaro que una de las cosas más difíciles para mí fue, al menos durante las dos primeras semanas, seguir las clases orales, debido al idioma. Una cosa es mantener una conversación casual con alguien, en un ambiente cómodo y tranquilo, y otra es intentar escuchar y entender a una profesora, hablando en terminología técnica a una velocidad bastante rápida. Pero una vez que se acostumbra el oído, se vuelve mucho más fácil.

Resumiendo, el haber podido realizar este viaje fue algo que marcó mi vida y que nunca olvidaré. La gente que conocí, los lugares que pude visitar, y todo lo que aprendí hacen que no me arrepienta en lo más mínimo de haber hecho este viaje.

Y por todo esto es que una vez que regresé al país, comencé a trabajar como ProSecretario de Relaciones Internacionales en la Escuela de Enfermería, ya que quería ayudar a otros estudiantes a que puedan tener el mismo tipo de experiencias que yo tuve.

A todos los que estén interesados, los invito a que averigüen en su universidad, los requisitos para poder realizar un intercambio estudiantil. Y si son egresados, sepan que también pueden ser elegibles para este tipo de proyectos desde su universidad. Ingresando aquí pueden ver las convocatorias abiertas en este momento.

Saludos!



lunes, 11 de mayo de 2015

Docencia en Enfermería

Buenos días, gente! Cómo andan? Que tal han comenzado su mes de mayo? Ya nos vamos acercando a la mitad del año! Cómo ha pasado de rápido, no? Personalmente, siento que el año se me viene encima y tengo miles de cosas por terminar! Pero bueno, la clave es no desesperar, organizarse, priorizar, apoyar las sentaderas y manos a la obra!

Bueno, pero vamos a lo nuestro...

En esta entrada, quiero hablarles un poco acerca de la importancia de la docencia en enfermería, la incursión de nuevos y jóvenes profesionales en la actividad docente, como así también mi propio trayecto en este ámbito.

Como todos sabemos, o debiésemos saber, la docencia a nivel universitario cumple un rol esencial dentro de la formación de los futuros profesionales, ya que es aquí donde se germina el que, en un futuro, va a ser el encargado de desempeñarse autónomamente en la sociedad. Existen distintas corrientes dentro de la docencia que plantean diferentes formas de educar, como la transmisión, el adiestramiento y el aprendizaje significativo. Dentro de estas, considero que la última es la más adecuada para lograr una formación crítica del pensamiento, algo esencial para que los enfermeros puedan desempeñarse correctamente en los distintos campos de acción. 

Con esto hago referencia a que, cuando un docente se para frente a los estudiantes, no solo tiene que pararse como un autómata a dar una lección de memoria, apelando a la atención obligatoria de los estudiantes, que, de forma pasiva, absorben todo lo que escuchan. El docente tiene que tener la capacidad para poder despertar el interés en los estudiantes; tiene que tener el poder para concatenar los conocimientos previos (ya sean del nivel secundario o universitario) con los temas que se van a tratar en la clase, y de esa forma ejercitar la mente de los alumnos (término que no acostumbro a usar, pero que necesito en este momento para no caer en la repetición de palabras); tiene que poder crear un sistema de pensamiento en que el estudiante forje dentro de su mente redes conceptuales mediante la asociación de conceptos, viejos y nuevos; tiene que ser capaz de que el alumno genere nuevos conocimientos, y no que solo repita lo que él está diciendo.
Esto no es una tarea fácil, en absoluto, pero es esencial para que los futuros profesionales tengan las herramientas necesarias para defenderse en el mundo real.

También considero que tenemos que sacarnos de la cabeza la idea de que en el profesor universitario podemos proyectar la imagen de un seudo padre, como muchas veces se hizo en la escuela secundaria o se hace en las escuelas terciarias. Con esto me refiero a que el docente tiene ciertas tareas delimitadas que cumplir, y que muchas responsabilidades que le son adjudicadas, son en realidad responsabilidades de los alumnos, que, por alguna u otra razón, no las quieren aceptar y se las asignan al facultativo. Algunos ejemplos de esto son la carga horaria de la materia, la cantidad de material a estudiar, la fecha de los exámenes y los horarios de dictado de clases. En la actualidad, la realidad docente es una tarea de riesgo (véase la exageración) y no nos podemos estar haciendo cargo de cumplir los caprichos de TODOS los alumnos para que ellos puedan estudiar cuando les quede cómodos. Cuando un estudiante decide estudiar, tiene que tener en cuenta que hay ciertas normas que se deben seguir y ciertos reglamentos a los que se tiene que adaptar, y no pretender que todo va a ser fácil y como le quede cómodo (desgraciadamente, crecer es así!).

En un principio, también mencione la importancia de que nuevos jóvenes se tienen que interesar por la docencia universitaria, y ahora les voy a explicar el por que. 

En este mundo cambiante, lleno de nuevas tecnologías y avances científicos, es necesario que quienes eduquen, puedan adecuarse a la realidad de a quienes pretenden educar. Ya sea tanto por los nuevos lenguajes, como por la capacidad para el manejo de estas nuevas herramientas, es necesario que las nuevas generaciones puedan introducirse en la docencia para que no se produzca un estancamiento en el saber. Para nada digo que hay que menospreciar la experiencia y los saberes de los docentes con mayor trayectoria, ya que las capacidades y conocimientos que ellos tienen son algo a lo que todos debiésemos aspirar. Pero esto es una realidad que debemos enfrentar.
Muchas veces, los jóvenes tenemos que convertirnos en las herramientas de los docentes con más antigüedad, lazarillos si quisiéramos darle un toque más poético, ya que servimos como una especie de guía en este nuevo mundo, aunque quien sigue siendo la imagen, la persona real frente a los alumnos, son los profesores.
Y esto último no tiene que ser visto de mala forma. Los jóvenes nos tenemos que formar, tenemos que adquirir experiencia, tenemos que poder aprender ciertos trucos que estas personas, con sus años en el trabajo, han ido aprendiendo. Y esto no dista mucho de la realidad que se puede ver en los servicios.

En mi experiencia personal, estando por finalizar mi tercer año de adscripción en la cátedra de Investigación en Enfermería y Taller de Trabajo Final, debo admitir que he encontrado en la docencia mi verdadera pasión. El poder transmitir mis conocimientos a los estudiantes, como así también poder ayudarlos a comprender esta maravillosa profesión que es la enfermería, y prepararlos para que se desempeñen como verdaderos y autónomos profesionales, es uno de los mejores sentimientos que han atravesado mi pecho y que me llenan de dicha. Si, puede que tenga cara de sueño, esté cansado, y no esté siempre del mejor humor (mi trabajo regular de enfermero lo tengo que tener, por que, les aseguro que es MUY dificil vivir de un sueldo docente, sobretodo en los primeros años), pero siempre intento hacerlo con la mejor predisposición, ya que me considero un sirviente para los estudiantes, un escalón para que puedan llegar a la cima y convertirse en profesionales.


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domingo, 5 de abril de 2015

Investigación en Enfermería

Buenas noches! Cómo han estado? Espero que hayan comenzado el ciclo lectivo y el otoño con las mejores energías! Personalmente, hubo un par de cambios en mi vida profesional que me renovaron un poco los aires y me han llenado de ideas.

El post de esta noche lo voy a dedicar a la investigación en enfermería. Aparte de ser una de las materias en las que soy profesor, considero este tema muy importante para el crecimiento y el desarrollo de nuestra profesión.

Primero que todo, vamos a considerar a la investigación como el proceso por el cual las ciencias analizan la realidad en la que están inmersas y buscan crear nuevos conocimientos a partir de ese análisis. Para algunos de mis conocidos esta definición puede parecerles muy escueta, pero a fines generales, me sirve para poder desarrollar mi tema, aquí, esta noche.

Todos sabemos que la concepción de enfermería como ciencia es relativamente nueva (aproximadamente unos 60 años), por lo que la misma todavía está en formación, y una de las principales herramientas con las que debe trabajar para seguir creciendo y lograr ocupar el lugar que merece, es mediante la investigación, ya que a través de ella, logrará crear su propio cuerpo de conocimientos (para que dejen de pensar que hacemos lo mismo que el médico) y de esta forma fundamentar su actividad profesional. Esto nos permitirá también, abandonar la idea de la enfermería empírica, para pasar a una enfermería del saber, que cuida a sus pacientes en base a sustentos teóricos respaldados.

También, me parece importante que recordemos que el objeto de estudio de la enfermería es el cuidado del ser humano (no el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, eso les corresponde a los médicos), por lo que la investigación en la profesión, debe estar orientada a llenar vacíos de conocimientos presentes en esa área.

La investigación suele estar estigmatizada, como que solo los más intelectuales pueden hacerla, o que solo se da en laboratorios llenos de frascos de vidrio y soluciones de muchos colores. Bueno, vengo a desmitificar eso. La investigación la puede realizar cualquiera que se lo proponga y tenga los estudios básicos para poder llevarla adelante (en la Argentina, con el título de Licenciado en Enfermería, se está mas que preparado para poder investigar). Además, lo esencial es dedicación, esfuerzo y la convicción de que lo se está investigando va a ser útil para la profesión.

Además, se debe tener en cuenta el peso que tiene la investigación dentro de la carrera personal de cada uno, ya que no solo permite agregar certificaciones de mucho peso curricular a nuestro historial, si no que también nos permite abrir nuestra mente a nuevas realidades, a nuevos conceptos y a una nueva forma de pensar, en la que nosotros nos podemos alejar un poco de la realidad en la que nos encontramos inmersos todos los días, para poder ver el por que de los fenómenos que nos rodean, como así también el cómo podemos llegar a modificarlos.

Puede que este no sea mi post mas largo, pero me parece que dejo en claro como considero de importante la investigación en enfermería.

Por último, los invito a todos a investigar, y si necesitan apoyo metodológico, o alguna bibliografía, les recomiendo el libro del cuál soy autor, junto a todo mi equipo de cátedra. En el mismo podrán encontrar todo lo necesario para adentrarse en este mundo maravilloso que es la escritura científica. Si estás interesado en el mismo, comunicate a mi mail (fegoviedo@yahoo.com), por whatsapp al 3513798854 o por cualquiera de las redes sociales! El costo del mismo es $120!!!! (una ganga!)


sábado, 17 de enero de 2015

Supervisión en Enfermería

Buenos días! Cuanto tiempo a pasado desde la última vez que le dedique tiempo a este, mi querido blog, que principalmente, me sirve como mecanismo de catarsis, pero que a su vez, me permite compartir con el mundo mi pensamiento, con la idea de encontrar a otras personas que puedan pensar lo mismo. La falta de tiempo es mi primera y principal excusa, aunque también debo admitir que una pequeña voz, dentro mío, me pedía que no vomitara aquí mis pensamientos, ya que podían resultar en cuestiones no demasiado aceptadas. 

Ahora, después de unas mas que merecidas vacaciones, donde pude descansar y pensar, he decidido que voy a volver a hacer esto que tanto me gusta, por que me hace bien, y por que no tengo la necesidad de complacer a todo el mundo con mi discurso, si no solo a las personas más importantes: a mi y a mis pacientes.

Hoy les quiero hablar acerca de lo que es la supervisión de enfermería para mí, esa tarea que vengo desempeñando hace ya 2 años oficialmente, y unos 4 años de manera extra oficial. Es un puesto que me ha hecho sufrir mucho, pero creo que, a esta altura, puedo ver algunos resultados positivos. Tener en cuenta que trabajo en el turno noche, con todas las características especiales que este turno tiene (no digo ni buenas ni malas, para no ofender, solo digo "especiales" :P).

Partamos desde el punto en que yo considero que SIEMPRE los supervisores tienen que ser elegidos en base a capacidad, compromiso, trayectoria y afinidad por la tarea, mas que por el título que posea. Estoy totalmente en contra del nombramiento de todo licenciado en enfermería como supervisor, ya que esto no legitimiza el puesto, solo genera problemas. Un supervisor tiene que ser alguien que conozca el/los servicios, que le guste ser operativo y que disfrute ser enfermero, de lo contrario, cuando obtenga poder, se adueñará de este y lo usara de forma incorrecta.

Una cosa que yo siempre defiendo cuando discuto con mis enfermeros, es que el supervisor no tiene que saber TODO, pero si tiene que saber quien es el que sabe, para de esa forma poder resolver los problemas. Todos nosotros tenemos un servicio en el que nos sentimos más cómodos y que nos gusta más, y en las instituciones polivalentes -especialmente si no son demasiado grandes- suele existir la figura del supervisor general, en la que (mi caso particular) un enfermero de UTI adultos por 4 años, se convierte en supervisor a cargo de servicios como neonatología o pediatría. Yo considero que no me siento obligado a manejar esos servicios a nivel de experto, pero si considero que el supervisor tiene que tener las suficientes luces como para poder detectar cuáles son los mejores enfermeros de esos servicios, y establecer relaciones con ellos, para que, en el caso de urgencias, le puedan dar una mano.

Relacionado con esto último que digo, también me viene a la mente el tema de el rol operativo del supervisor. Creo fervientemente que la función del supervisor es la de hacer soporte en casos de urgencia, de ayuda en casos de necesidad, mas no de cumplir el trabajo de los enfermeros de piso. Paso a explicarme mejor con un ejemplo: Yo, como supervisor general, si ya tengo un equipo estable de enfermeros en el servicio de terapia intensiva, no tengo que hacerme cargo de las urgencias en dicho servicio, ya que tengo un plantel que debiese estar listo para hacerse cargo. Mas no es así, cuando hay una urgencia en el internado general, donde si bien, los enfermeros están preparados en cuestiones básicas de RCP, pueden no tener la práctica necesaria para poder manejar la situación. Cada enfermero operativo tiene que cumplir el rol que le corresponde en el servicio en el que está, y en caso de escapársele una situación de las manos, el supervisor tiene que poder manejarla. Una frase que siempre suelo usar es "SU responsabilidad son los pacientes. USTEDES son la MIA". Yo, como supervisor me tengo que encargar de los enfermeros, y los enfermeros, con su título, matrícula y compromiso, de los pacientes.

Otra cuestión que me ha generado mucho ruido en la cabeza últimamente, es sobre para quien tengo que supervisar. Mi convicción me dice que tengo que poder generar un equilibrio, en el que pueda supervisar para la institución que, en definitiva es quien me paga para que cumpla con sus objetivos, como así también pueda supervisar para mis enfermeros, que son mi contacto directo, consumidores indirectos (y no tanto) de mi trabajo, ante quienes tengo que dar la cara, y quienes prestan la atención directa a los pacientes que indirectamente cuido yo. Y por que me hace ruido? Por que no he encontrado ninguna teoría, autor ni corriente, en enfermería, que me apoye en esto último. Y por que considero que eso debiese ser algo esencial, algo básico. Los enfermeros operativos son personas, son profesionales, son lo que nosotros fuimos, y cuando nosotros fuimos operativos, odiábamos que nos consideraran cosas, números, títeres que solo cumplen órdenes, y por eso, me rehúso a supervisar de esa forma. Mientras yo pueda mantener el equilibrio que les mencioné, lo voy a seguir haciendo. Me irá bien, me irá mal, algunos se aprovecharán de mi, la verdad no me importa, pero no me voy a convertir en un titiretero maquiavélico que manipula solo para conseguir lo que quiero. 

Algo más que caracteriza mi estilo de supervisar, es que considero que no tengo una mirada paternalista, no al menos a nivel de desempeño profesional. Con esto hago referencia a que no creo en absoluto a andar por atrás de los enfermeros viendo que hacen y dejan de hacer; a entrar a las habitaciones a preguntarle a los pacientes si los están atendiendo bien o no; a ver cada procedimiento en secreto, o de corregir frente a un paciente (obvio que si hay riesgo de vida, lo haré). Mi forma de ver la supervisión está basada exclusivamente en la confianza en el profesional. En la autonomía del profesional. En que si al enfermero se le dá el espacio y los materiales necesarios para realizar las tareas de forma libre y relajada, la harán mucho mejor que bajo presión. Así también, siempre les recuerdo que NUNCA deben hacer nada que no sepan, que siempre que tengan una dudad me TIENEN que preguntar, para así poder hacerlo convencidos que lo están haciendo bien. Una de las mejores formas de aprender es preguntando, por lo que esta siempre es una vía abierta. De esta forma, en más o menos tiempo, los enfermeros van a hacer sus tareas y se sentirán más conformes con la misma, ya que la hicieron por su cuenta, y no por que el supervisor se las hizo.

Como no todo puede ser color de rosa, también les voy a contar un poco acerca de las cosas que me hacen renegar mucho, y son las falsas proyecciones que realizan los enfermeros respecto al rol que debo cumplir como supervisor y la falta de responsabilidad. Con las falsas proyecciones me refiero a que, muchas, muchas veces, los enfermeros piensan que los supervisores somos quienes estamos encargados de resolverle todos los problemas de la vida a ellos, por que ellos nos están haciendo un favor al venir a trabajar. Desde el cumpleaños de la hija, hasta el perro que le pisaron la pata, lo primero que hacen es depositar en nosotros la necesidad de solucionar los problemas, en vez de ver ellos como lo arreglan. Eso es algo que pasa muy a menudo y que, y los que me conocen lo pueden corroborar, si bien siempre intento darles una mano, si no puedo solucionarlo, no es mi culpa, en absoluto. 
Respecto a la falta de responsabilidad no me voy a explayar mucho (pueden ver mi post sobre este tema aquí ), pero solo quiero decir que mi responsabilidad no es que los enfermeros sepan hacer todos los procedimientos, o tengan todas las destrezas necesarias. Mi tarea es que estén los enfermeros, tengan los elementos necesarios y las condiciones necesarias para poder desempeñarse; apoyarlos, guiarlos, y aconsejarlos. De ahí en más, es responsabilidad de cada uno capacitarse, interesarse, formarse en el servicio que uno está. Si a una enfermera de piso la paso a un servicio especial, me encargaré de enseñarle lo básico y la acompañaré en sus primeras urgencias y sus primeros procedimientos, pero la responsabilidad de esa enfermera es, en los momentos libres (que al primero que me diga que no tiene momentos libres le tiro con un escritorio por la cabeza, por que SIEMPRE hay momentos libres, tanto en el servicio como en la casa) buscar información, leer, investigar, preguntarle a sus compañeros, a los médicos del servicio, y al mismo supervisor. Es no quedarse en el lugar. El conocimiento en enfermería es muchísimo y dinámico, por lo que si un enfermero profesional, después de determinado tiempo en un servicio no aprende, no es culpa de la institución, ni del supervisor, ni de los compañeros, es solo falta de responsabilidad.

Para ir cerrando, les comento que la supervisión es algo que me costó mucho (y me sigue costando), algo que sufrí, y algo que sigo sufriendo, pero después de dos años he podido ver muchos frutos en la gente que trabaja conmigo y eso me reconforta y me hace pensar que no he estado haciendo mal las cosas. Pero bueno, es algo que yo acepté, y como todo en mi vida, voy a intentar seguir haciéndolo lo mejor posible.

Si herí susceptibilidades, perdón, no fue la intención. Si te interesa lo que planteo y querés charlarlo conmigo, estoy mas que dispuesto a hacerlo (a tu derecha tenés una sección con mis datos y las formas de contactarme). Esto es solo lo que yo pienso, nada más.

Saludos y hasta la próxima!
@fegoviedo