Buenos días! Cómo los trata el frío? Al fin llegó el invierno a Córdoba y hoy se hizo sentir en serio! Pero bueno, veamosle el lado positivo y le demos para adelante!
Hoy les voy a compartir mi experiencia de haber estudiado en el exterior, cómo fue lo que viví estando solo en los Estados Unidos, y como te ayuda a crecer este tipo de experiencias, tanto profesional, como académica y personalmente.
Voy a compartir con
uds mi experiencia de haber sido becario en la Universidad
de Baylor Texas- USA. Estuve ahí entre los meses de enero y mayo de 2012. Cómo todo viaje de este tipo, fue una odisea, llena de historias, aventuras y
experiencias nuevas, que me han enseñado muchas cosas, las cuales atesoraré por el
resto de mi vida.
Desde el hecho de viajar por primera vez en un avión, hacerlo solo, y dirigirme a un
país en el que no se hablaba mí mismo idioma, todo era motivo de nervios y ansiedad,
que fueron jugando en un vaivén continuo, con sus subidas y bajadas, como por ejemplo
cuando por demoras en el aeropuerto de Córdoba, perdí la conexión con Dallas y tuve
que pasar la noche en Buenos Aires, y, en consecuencia, pasé Año Nuevo sobre un
avión, a miles de kilómetros de altura, solo y, tan solo después de 24 horas, ya
extrañando a mi familia. Pero entendía que todo era parte de este viaje, y me propuse
no dejarme vencer por estos inconvenientes.
Ahora, les haré un breve repaso de toda mi estadía en el país del norte.
Llegar ese Primero de Enero al aeropuerto más grande de los Estados Unidos (y el
tercero más grande del mundo) fue cumplir uno de mis más grandes sueños. Pisar por
primera vez suelo norteamericano es algo que no olvidaré.
Llegué, hice todos los trámites migratorios y de aduana (no se imaginan lo que me
costó explicarle al oficial lo que eran los alfajores con dulce de leche y la yerba!) y
después tenía que esperar mi conexión para ir a mi destino final, que era la ciudad de
Waco, donde se encuentra situado el campus principal de la universidad de Baylor.
Después de desayunar, y esperar un par de horas, me embarqué nuevamente en un
avión (mucho más pequeño que el que me había traído hasta aquí) y emprendí viaje.
Cuando llegué al aeropuerto de Waco (40 minutos después), uno de los empleados de la
universidad me estaba esperando (Randy) y me llevó hasta el hotel en el que yo había
hecho reserva. Para mi sorpresa, ese hotel estaba exactamente al frente de la
universidad. Me ubiqué, encontré a otra cordobesa que iba a compartir la experiencia
del intercambio conmigo y estaba alojada en el mismo hotel y nos empezamos a
conocer.
Esa misma tarde, la familia con la que iba a vivir, nos pasó a buscar y
compartimos la tarde charlando y descubriendo las costumbres del país (tuvimos que
cenar a las 7 de la tarde).
Al día siguiente, con la cordobesa hicimos un pequeño tour por los terrenos de la
Universidad y al otro día comenzamos las actividades oficiales para los alumnos de
intercambio.
Éramos aproximadamente 25 alumnos, provenientes de diferentes puntos
del mundo: Argentina (2 cordobeses y 5 mendocinos), Francia, Rusia, China, Corea,
Georgia y Finlandia. Hicimos actividades de orientación administrativa, geográfica y
actividades de esparcimiento. Fuimos a un partido de Basketball femenino y a comer
comidas típicas de Texas. La verdad que se armó un muy lindo grupo, con los cuales, a
lo largo de nuestra estadía, vivimos muy lindas experiencias y viajes.
El último día de la semana, viajé bien temprano con un grupo de animadores hacia
Dallas, donde se encuentra la escuela de Enfermería Louise Herrington, dependiente
de la universidad de Baylor, que era donde yo iba a cursar mi semestre. Allí, me
presentaron a las autoridades, a los que serían mis compañeros de clase, y pasamos
una mañana impresionante, con juegos y risas. Al finalizar la jornada, me buscó allí la
familia con la que yo iba a vivir y fuimos a la que fue mi casa por 6 meses.
El hecho de vivir con una familia americana (formada por mamá, papá, y dos hijas y
un hijo, los cuáles no vivían en la casa) fue una de las mejores partes del viaje. ¿Por
qué? Porque tuve la oportunidad de conocer lo que de verdad es una familia americana.
Sus costumbres, sus gustos, sus comidas, todo. Festejar con ellos las fechas
especiales (desde cumpleaños hasta Pascuas), incluso festejar mi cumpleaños con ellos,
fue todo muy enriquecedor. Si bien hubo un punto que para muchos puede ser un poco
difícil, yo lo intenté vivir de la mejor manera posible, e intentando aprender
constantemente de todas mis experiencias, y hablo acerca de la religión, la cuál no era compartida por mí, y era algo muy importante para ellos. Como todo dentro del viaje, fue para mi una instancia nueva de aprendizaje y la verdad, acepto que fue muy enriquecedora.
Mi rutina diaria incluía una hora de viaje en tren todas las mañanas desde mi casa en
los suburbios hasta el centro de Dallas, donde estaba la Universidad. Allí, tenía clases
todos los días menos los jueves, y cada vez que salía de clases, me volvía a tomar el
tren, pero me bajaba en distintos lugares del centro de la ciudad (downtown), donde empezaba a caminar para conocer la
ciudad. Dallas es enorme y hay miles de cosas para ver y conocer, por lo que nunca me
aburrí.
A nivel educativo, la experiencia fue totalmente importante. Tomé 5 clases: 4
correspondían al primer semestre de su sistema y eran Fundamentos de Enfermería,
Necesidades Humanas 1, Valoración Física y Pato fisiología y Farmacología 1; la otra
materia era una optativa del 4 semestre de su sistema y era Cuidado Crítico.
Las clases teóricas se daban en aulas preparadas para 30 alumnos (éramos dos
comisiones de primer semestre) y contaban con toda la tecnología que se les ocurra
puede haber en un aula (proyectores, grabadoras de audio, se tomaba asistencia con
una especie de control remoto inalámbrico que cada alumno tenía registrado; debajo
de los escritorios había tomacorrientes para cargar las computadoras y demás).
Las clases prácticas se daban en laboratorios, en los cuáles había muñecos de
prácticas simulada manejados remotamente, conectados a monitores
multiparamétricos y con distintos modos de uso, dependiendo cual fuese la práctica
que se quisiese evaluar.
Los exámenes cumplían las características NCLEX (es el examen que deben tomar
todos los enfermeros en los estados Unidos para poder recibir su matrícula y ejercer
la profesión) y eran Múltiple Opción, a marcar en una grilla, y la trampa es que podía
haber más de una respuesta correcta, y en esos casos, se tenía que elegir la respuesta
más correcta.
También aclaro que una de las cosas más difíciles para mí fue, al menos durante las
dos primeras semanas, seguir las clases orales, debido al idioma. Una cosa es mantener
una conversación casual con alguien, en un ambiente cómodo y tranquilo, y otra es
intentar escuchar y entender a una profesora, hablando en terminología técnica a una
velocidad bastante rápida. Pero una vez que se acostumbra el oído, se vuelve mucho
más fácil.
Resumiendo, el haber podido realizar este viaje fue algo que marcó mi vida y que nunca
olvidaré. La gente que conocí, los lugares que pude visitar, y todo lo que aprendí hacen
que no me arrepienta en lo más mínimo de haber hecho este viaje.
Y por todo esto es que una vez que regresé al país, comencé a trabajar como ProSecretario de Relaciones Internacionales en la Escuela de Enfermería, ya que quería ayudar a otros estudiantes a que puedan tener el mismo tipo de experiencias que yo tuve.
A todos los que estén interesados, los invito a que averigüen en su universidad, los requisitos para poder realizar un intercambio estudiantil. Y si son egresados, sepan que también pueden ser elegibles para este tipo de proyectos desde su universidad. Ingresando aquí pueden ver las convocatorias abiertas en este momento.
Saludos!
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