miércoles, 17 de junio de 2015

Estrategias para lidiar con compañeros de trabajo difíciles

Buenos días! 

Hace un par de días encontré una nota en yahoo que me llamó la atención, y quería compartirla con ustedes.
Todos en nuestro lugar de trabajo tenemos compañeros con los que nos llevamos mejor y algunos con los que rogamos a dios para que no nos toquen en el turno. Aún así, muchas veces, tenemos que compartir largas horas con ellos, o incluso, meses o años, dentro del servicio. Esto muchas veces se puede volver mas tedioso si estamos en un servicio cerrado (terapias intensivas, por ejemplo)

La nota hace referencia a como tratar con este tipo de gente, y ofrece 10 tips que me parecieron útiles. Del texto que voy a citar, al final le agregaré mi apreciación personal y algunos consejos que he ido formando a lo largo de mi carrera en esta hermosa profesión.


Esto último es muy importante. Las diferencias de criterios en el trabajo, SIEMPRE tienen que ser tomadas a modo profesional, y NUNCA a modo personal. Es muy común como se confunden estas dos percepciones.

Serenidad ante todo. Cuando estás ante una persona complicada, la primera regla es mantener la compostura; entre menos reacciones, más control de ti mismo tendrías para manejar la situación. Así, podrías evitar que el problema crezca, según aconseja el coach de comunicación profesional, Preston Ni, en la revista Psychology Today, donde también compartió los siguientes dos consejos.

Es algo obvio este punto, pero siempre tenemos que mantener la calma. Si explotamos, solo le estamos dando al otro la oportunidad de regodearse con el poder que tiene sobre uno. 

Interactúa lo menos posible. Hay algunos individuos con los que simplemente no vale la pena enfrentarse. Tu tiempo es valioso, así que no lo desperdicies tratando de cambiar o convencer a una persona que tiene una actitud negativa. En otras palabras, mantén distancia siempre que puedas.

Si sabés que con esa persona no vas a llegar a buen puerto, evitalo dentro de las posibilidades. Con esto último quiero dejar en claro que hay muchas veces en las que es más importante el bienestar y la seguridad del paciente, por lo que las diferencias personales siempre tienen que quedar de lado.

Distingue entre la persona y el problema. En toda comunicación hay dos elementos presentes: la relación que tienes con el otro, y el problema que están discutiendo. Un comunicador efectivo sabe cuándo separar las dos cosas, y tener una actitud suave con el individuo, pero ser firme con el problema.

Hazle ver su conducta. Para ilustrar el anterior consejo, podrías decirle a alguien: "Quisiera saber qué es lo que quieres, pero no puedo escucharte si estás gritando. Así que siéntate y habla más tranquilamente, o tómate un tiempo y vuelve más tarde".

No hay que tener miedo de hacerle ver al otro lo que me molesta de su actitud, siempre y cuando se haga de forma correcta. Muchas veces he escuchado decir "Yo soy direct@, yo voy de frente", pero si uno dice mal las cosas, obviamente que vamos a obtener una respuesta negativa del otro. 

Defiéndete. Si estás ante una persona intimidadora o agresiva, lo mejor es que te defiendas. Si no lo haces, habría grandes probabilidades de que la situación empeore, sin mencionar el estrés de trabajar en dichas circunstancias, según aconseja el portal de negocios, All Business

Esto es algo que últimamente he tenido que decir más veces de las que pensaba que iba a tener que hacerlo. Si una actitud te molesta, o te sentís atacado, DEFENDETE! no esperes a que la otra persona modifique su conducta por obra y gracia del espíritu santo. El otro te va a dejar de atacar cuando vea que no te dejas pisotear! Y aclaro que defenderse no es salir corriendo y acusar con tu supervisor/a

Enfrenta el problema rápido. Entre más tiempo dejes pasar para enfrentar a tu difícil compañero, más bronca podrías acumular. Por eso, lo mejor es enfrentar el problema lo antes posible, mientras tengas controladas tus emociones.

No dejes que la bola de nieve se haga mas grande. o no guardes bronca al punto que quieras irte del servicio o renunciar. Resolvelo rápido, en el momento de ser posible.

No hagas tus quejas públicas. Mantén los problemas que tienes con tu colega de manera privada y no los exhibas frente a los demás compañeros, tu jefe o los clientes. Así, será más fácil dejar el conflicto atrás una vez que se haya resuelto.

Además de que será mas fácil dejar el conflicto atrás una vez que se haya resuelto, se evita el cotilleo, el radio-pasillo, o el puterio, como quieras decirle.

Comparte de buena manera tus preocupaciones. Evita el lenguaje acusatorio y en su lugar hazle saber cómo te sientes. Por ejemplo, podrías decir: "Cuando me interrumpes en las reuniones, siento que no valoras mis contribuciones". Espera a ver qué te responde y quizás te des cuenta que no era su intención molestarte, comentó el psicólogo Alan A. Cavaiola en el sitio Fast Company.

Como dije antes, las cosas hay que decirlas de buena manera.

Cuidado con lo que esperas de los demás. No sería raro que las personas tengan expectativas poco realistas sobre sus compañeros. Tal vez esperamos que actúen tal y como lo haríamos nosotros, pero los demás ya tienen su propia personalidad muy arraigada. Por eso, podríamos sentir frustración si no hacen lo que pensamos que deberían. Así, que medita si tus expectativas no serían muy diferentes a cómo es el otro.

El último, pero el que más me preocupa. Hay que sacarse la idea de que todos son buenos, perfectos y amables. Muchas veces pasan miles de cosas por la cabeza del otro compañero, muchas veces no se dan cuenta. Hay que aprender a leer esas cosas en los demás y no juzgar al otro por no hacer lo que yo haría en su lugar.

Espero que les guste esto que les comparto y que les sea útil en su trabajo!

Saludos!

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