jueves, 16 de mayo de 2013

Terapia Intensiva... Pasión o locura?

Antes que nada, quiero pedir disculpas por la demora desde el último post, pero es que he estado preparando cientos de trabajo al mismo tiempo y no le pude dedicar al blog el tiempo que se merece.

Ahora sí, vamos al tema que nos atañe hoy. ¿Por que éste título? Por que me lo han preguntado, en la cara, miles de veces. "¿Cómo te puede gustar la terapia Intensiva? ¿Cómo podés trabajar en el encierro, con tanto ruidos de alarmas, aparatos y aislados? ¿Cómo soportas estar tan cerca de la muerte?". Esos son algunos de los cuestionamientos que he recibido a lo largo de los años en que me he desempeñado en esta área y, a los que siempre por lo general les respondía con un simple "Me gusta", o " ya me acostumbré", pero ahora quiero pasar a explicar mis verdaderas motivaciones.

Primero, les comento como fue que llegué a mi primera UTI. Yo me estaba desempeñando como enfermero de piso y sentía que no me terminaba de satisfacer lo que estaba haciendo. Si bien cumplía con mi deber de cuidar a mi paciente, me molestaba un poco tener que satisfacer caprichos más que el hecho de ayudar a mi paciente en el transcurso de la enfermedad. Pasé a la guardia central, y no me gustó, por que a diferencia de lo que se ve en televisión (lo aprendí en ese momento), a excepción de centros de Trauma, en las guardias son muy pocas las urgencias que se ven. Entonces, desencantado de ese servicio también  pedí pasar a la UTI. Sabía que era un servicio crítico, pero no sabía que implicaba eso.

Recuerdo que en mi primer día, me tocó trabajar con Alex, a quien le habían asignado una paciente con insuficiencia respiratoria y se encontraba con ARM y un cura, al que, cuando entramos, le estaban intentando colocar un catéter de Swan Ganz. Al ver eso, en un principio, quise salir corriendo, pero después de un par de días, me dí cuenta que era lo que yo andaba buscando.

El paciente que ingresa a una unidad de terapia intensiva sufre miles de procesos, que el equipo de salud debe comprender para poder brindar una correcta atención. El estigma social que implican estos servicios, las historias que han escuchado de familiares y vecinos, los aparatos que ven cuando ingresan, las alarmas que suenan constantemente, la ausencia de un familiar al lado suyo que los contenga, son todos factores que predisponen a la persona a actuar de cierta forma ante nosotros y que nosotros debemos saber prever para lograr una comunicación y una relación eficiente.

Y es en ese sentido en que la enfermería cumple un rol principal dentro de la terapia intensiva. El enfermero, cuando está a cargo de un paciente crítico, se convierte en su familiar, en su amigo, en su abogado, en aquella persona que vela directamente por su bienestar, solicitando o informando al médico cualquier problema que detecte. El enfermero es aquél que habla por el paciente, el que transmite lo que éste siente, lo que este necesita, lo que este quiere. Es el enfermero el que primero debiera darse cuenta del último deseo del paciente, de su necesidad de seguir luchando por su vida, como su deseo de poder descansar tranquilo.

El doctor también cumple un rol muy importante dentro de la terapia, y doy gracias a Dios por el hermoso equipo de médicos con los que me tocó aprender esta hermosa especialidad. Son ellos los que ayudan al enfermero y al paciente a salir adelante. Son aquellos que luchan por que el paciente pueda irse de esa unidad, para que puedan hablar por ellos mismos nuevamente. Son aquellos que pasan noches en vela, intentando descubrir cual es el problema del paciente, para tratarlo y disminuir su malestar. Y esto, junto con la tarea del enfermero, es una de las mejores condiciones de trabajo que he tenido. Es el área en el que de verdad he sentido que somos partes del equipo de salud, y que nuestro conocimiento, experiencia y consejos, son escuchados.

Si, se está en constante contacto con la muerte, eso no lo puedo negar. Muchas veces, debo admitir, esto me ha destrozado por dentro, al punto de reconsiderar mi continuidad en este servicio, pero después me doy cuenta, que en realidad, debo seguir ahí. ¿Por que? Por que, como enfermero, mi trabajo no es salvar vidas, sino CUIDAR al paciente, y si el paciente está tan grave que su desenlace fatal es inevitable, mi tarea es brindarle las mejores condiciones para que descanse. Y eso lo puedo hacer. Y eso me gusta hacerlo. Poder asegurarle con total seguridad a un familiar que el paciente no sufrió, que no sintió nada, y que simplemente se durmió, me hace sentir que mi trabajo como enfermero, fue cumplido.

Además, el pertenecer a una terapia intensiva, te exige como enfermero, actualización constante, compromiso, agilidad y destrezas. Te exige saber leer al paciente de otra forma. Te exige saber como manejarte con pacientes y familiares que están, posiblemente, en uno de los peores momentos de su vida. y todas esas cosas que uno aprende, no las pierde nunca, y le permiten a uno aprender a valorar más la vida y lo que se tiene.

El encierro, los ruidos, y todas esas otras cosas que te cuestionan, si, son reales también, pero si uno le encuentra el gusto a la terapia intensiva, aprende a no prestarles atención, por que el amor por ese servicio, es mucho mas grande que la molestia que una alarma puede provocar.

Por último, para ir concluyendo, quisiera agradecer a todos los que me acompañaron durante mi paso por la terapia intensiva, por que de lo que yo soy ahora, es gracias a todos ustedes. Médicos, enfermeros, mucamas, kinesios, etc... Gracias a todos por todo.


3 comentarios:

  1. HOLA MI QUERIDO EX COMPAÑERO,PROXIMAMENTE COLEGA Y POR SOBRE TODAS LAS COSAS UN AMIGO. BUENO LA VERDAD QUE LO LEIDO ME ENCANTO Y ME PARECIO LO MAS REAL DE NUESTRA PROFESION, LA VERDAD QUE UNO NO SABE POR AHI COMO LLEGO A ENFERMERIA, PERO DE LO QUE ESTOY SEGURO QUE TODO EL QUE EJERCE ESTA CARRERA Y BRINDA ESTOS CUIDADOS, EN EL FONDO TIENEN ALGO EN COMUN, QUE ES EL VALOR POR LA VIDA, EL DAR SIN ESPERAR NADA A CAMBIO Y SENTIRSE MUY FELIZ CON ESA GRATITUD QUE DA EL SOLO HECHO DE VER UNA SONRISA, UN GESTO, UN GRACIAS, DE ESAS PERSONAS QUIENES ESTAN TAN VULNERABLE Y FRAGILES EN ESOS MOMENTOS.
    BUENO QUERIDO AMIGO FEDE TE FELICITO POR ESTO Y ES UN ESPACIO MUY LINDO PARA REFLEXIONAR Y PONER FRENO Y VALORAR ESTA PROFESION TAN LINDA QUE ES EL SER ENFERMERO.

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  2. Hermano, este deber ser, hecho cotidianeidad en tu trabajo, dista bastante de la generalidad que sucede. No cejes nunca en tu afan, en tu empeño por cuidar el Bien más valioso de todo ser humano: "Su Vida" Dios te bendiga.

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  3. Felicidades por tu publicación compañero, has echo que valore mas mi profesión y yo digo que el estar en una UCI es una locura que se convierte en una pasión ya que es muy cierto que cuando estas por primera vez en una UCI lo primero que te preguntas al ver al paciente conectado a un ventilador con múltiples bombas de infusión y drenajes es que hago aquí pero al recordar que esa profesión es lo que apasiona y el saber que el paciente es completamente dependiente de ti todo lo negativo se convierte en motores positivos que te impulsan a dar lo mejor de ti sin recibir nada a cambio yo amo ser enfermera y me apasiona estar en una UCI.

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